Como te tratas a ti mismo, marca el límite «aceptable» en nuestro subconsciente de cómo permitirás que otros te traten.
Cómo te tratas a ti mismo? En más ocasiones que las que podrías identificar, te tratas muy mal. Algunos son realmente duros consigo mismo. Incluso más duros, crueles e injustos que quienes te rodean. Te prohíbes casi todo por que estás convencido que no tienes la capacidad, el tiempo, la figura, los recursos o el apoyo necesario. Te culpas de todo lo que pasa a tu alrededor. Justificas tus «desventuras» hablando de tu mala suerte, en fin, inventas con una creatividad mil razones.
Esto, sin duda, provoca que te sientas víctima, con mala suerte, desafortunado y sin darte cuenta que eres tu propio verdugo. Si permites que alguien te trata mal, es porque esa persona puede hacerlo, porque tu lo estás haciendo igual o peor contigo.
Eres tu quien pone el límite. Tu marcas las reglas y los estándares. Por naturaleza humana de supervivencia e instinto de conservación, no permitirías ser tratado peor que como te tratas y valoras.
Te recomiendo que empiezas ahora mismo a tratarte como te gustaría que los demás te traten. Reconoce con justicia tus virtudes y fortalezas. Valórate como debe ser. Trátate como quieres que quienes te rodean te traten.