Razonable vs. Humildad

Todos fabricamos nuestras creencias a partir de la influencia familiar en los primeros años de vida, sumamos experiencias y frases y actitudes de aquellas personas que consideramos autoridades morales.

Desafortunadamente, en algunos casos se equivocan los conceptos. «Hay que ser humilde», haz escuchado con frecuencia, de seguro, esta frase casi como sentencia.

No digo que no lo seas, digo que no equivoques el significado con humillación.
Se va creando el sentido y la falsa percepción que ser humilde es soportar valientemente las humillaciones de los demás. Evitar el reconocimiento de tus logros por quienes te rodean y permitir que otros, te pisoteen o se aprovechen de ti.

Hablo de la humildad razonable. Hablo sobre la humildad inteligente. Y es que resulta tan agradable encontrarse con personas que cuentan con una humildad razonable, inteligente. Esa humildad que provee sabiduría y paz enorme con su entorno

Ser humilde no es ser frágil, por el contrario, son personalidades fuertes, valientes y emprendedoras. Una humildad inteligente es afrontar las circunstancias de la vida y lo complejo que es el mundo en que nos movemos.

La Humildad Inteligente permitirá que reconozcas tus limitaciones de forma razonable. Que reconozcas que no eres perfecto y que requieres el apoyo y la compañía de quienes te rodean y quieren ser de construcción para tu vida.Estarás dispuesto a disfrutar tus logros y celebrar tus victorias. Serás capaz de estar abierto a aprender y crecer.

Así que ningún extremo es conveniente. Ni ser humilde significa ser la
alfombra para que otros limpien sus pies ni tampoco tener orgullo ha de ser signo de soberbia y creerse el más grande de tu planeta.

Menos ser un «lame-botas» descarado. Llegarán rápidamente un poco más alto que los demás, aunque a costas de gran estrés y bastante temporal será su «ascenso».

San Agustín dijo que ese orgullo malsano, la soberbia no es grandeza, sino hinchazón. Y sabemos que lo que está hinchado parece un poco
más grande aunque no está sano.

Practica la Humildad Razonable, Inteligente… Algunos querrán aprovecharse de ti, pero lo notarás al instante y sabrás bien lo que debes hacer. Disfruta tus logros, celebra tus victorias del tamaño que sean. Conquista tu montaña, al paso y ritmo que sea, pero mantente en movimiento. Cuando alcances la cima, verás la maravillosa experiencia que te recompensará.