El verdadero éxito de las relaciones amorosas duraderas reside en el sentido del olfato. Así lo ha corroborado un grupo de investigadores de las universidades de Dresde y Gotemburgo en un estudio publicado la pasada semana en la revista científica Biological Psychology. Según los resultados de esta investigación, las personas con un sentido del olfato poco desarrollado tienden a presentar problemas de socialización. Más concretamente, tienen un 80% menos de relaciones que la media, algo que afecta más a los hombres que a las mujeres. Unas claves sobre las que profundizó el divulgador científicoEduard Punset en su ensayo El viaje al amor (Destino), en el que describe las feromonas –sustancias químicas emitidas por los humanos– como las responsables del enamoramiento entre dos personas.
La inseguridad de las personas con problemas de olfato a la hora de interactuar, su falta de confianza en los demás y sus limitaciones comunicativas son, según los investigadores, las principales razones por las que carecen de las habilidades sociales necesarias para entablar nuevas relaciones. “El sentido del olfato es el principal canal de información sobre los demás, mucho más de lo que creíamos hasta ahora, e influye directamente en nuestras conductas sociales”, concluye Thomas Hummel, autor principal del estudio. La carencia de este sentido, por tanto, se relaciona con un menor número de relaciones y con una peor calidad de estas.
Esta relación directa entre el olfato y el amor “puede deberse a que las personas sin capacidad para oler los fluidos corporales no son capaces de captar con precisión las señales emocionales de sus parejas”, según sostiene la psicóloga de la Universidad de Gotemburgo, Ilona Croy, otra de las autoras del estudio.
