El lenguaje no verbal es fundamental para las relaciones entre seres humanos. Juega un papel fundamental al momento de interactuar con la pareja. El comportamiento del lenguaje no verbal es en un nivel subconsciente, ya que se olvida por completo como controlar o manejarlo. Nadie nos lo ha enseñado y no hay mucho de donde aprender o verdadera disposición para aprenderlo.

Saben por qué los hombres no escuchan a las mujeres?

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Han escuchado a las mujeres quejarse que los hombres son como una pared de concreto para escuchar?

Hay una investigación realizada por el Journal of Neuroimage que trata de explicarlo después de realizar varias investigaciones sobre el tema. Esta investigación identifica una diferencia interesante entre el cerebro masculino y el cerebro femenino a la hora de procesar la voz humana.

El estudio demostró que cuando un hombre escucha la voz de una mujer, se activa un área del cerebro que procesa la música, es decir, la apreciación artística. Por el contrario, cuando un hombre escucha la voz de otro hombre, una voz grave, se activa sólo el centro de procesamiento verbal. Al hombre le cuesta procesar voces de tonos agudos.

Aquí les dejo siete recomendaciones para que las mujeres logren transmitir mejor sus ideas a los hombres.

1. HÁBLALE DE LADO

Las mujeres siempre preferirán hablar totalmente de frente una a la otra, pero en lenguaje corporal masculino esto se siente como una “agresión“ o confrontación directa. ¿No te has fijado que cuando ellos hablan, casi siempre se ubican entre sí con un ángulo de 45 grados? Mujeres, cuando hablen con un hombre aprovechen este conocimiento. No hablen de frente, háganlo en un ángulo de 45 grados. Así la disposición a escucharlas aumentará.

2. HABLA EN PRIMERA PERSONA DEL PLURAL

Siempre que puedas hablar utilizando “Nosotros“ y “Nuestros“, hazlo. El distribuir el objeto de la conversación entre ambos será mejor recibido, procesado y aceptado. Por ejemplo, no digas “Tienes que resolver esto“, sino “Tenemos que resolver esto“, aún cuando sea un problema lo que estás comunicando.

3. PRESENTA UN OBJETIVO DESDE EL PRINCIPIO DE LA CONVERSACION

Un hombre generalmente busca las soluciones a los conflictos él solo, esto es un asunto cultural y social muy arraigado. El condicionamiento social asume que pueden resolver CUALQUIER COSA en cualquier momento, por lo que hablar de “NOSOTROS“ disminuirá su normal estrés ante el desafío. Dile qué esperas de la conversación. La programación del cerebro masculino está diseñada hacia los objetivos, a diferencia del cerebro femenino que está orientado hacia los procesos. Al hablarle a un hombre debes dejar claro cuál es el objetivo del diálogo que estás iniciando.

4. SÉ DIRECTA

No hay nada mejor para sacar de quicio a un hombre, que los rodeos que tomas para decirle lo que quieres. Pueden pasar años hasta que entienda que cuando dices «ES UN BONITO DÍA PARA COMER PIZZA», lo que realmente quieres decir es “QUIERO UNA PIZZA  AHORA». Sé directa con lo que comunicas y pides.

 5. SÉ CLARA EN LO QUE QUIERES DE LA CONVERSACIÓN

La frase que genera más hormonas del estrés en los hombres es, sin duda alguna, “Tenemos que hablar“. No por el hecho de hablar en sí, lo cual se les da muy bien; el problema es que para ellos la conversación también debe tener un objetivo claro. Y para la mente femenina basada en procesos, LA CONVERSACIÓN MISMA ES EL OBJETIVO.

Por supuesto, en algún momento el hombre dice, en tono “un poco“ desesperado, “¿A dónde quieres llegar?“, a lo que tú responderás con un frustrante “¿Ves? ¡Es que tú no me escuchas!“, respondido por una expresión vacía de su parte, pues ahora no entiende qué estuvo haciendo los últimos 45 minutos.

En toda conversación con un hombre, asegúrate de tener un objetivo claro. LO CIERTO ES QUE A LOS HOMBRES LES ENCANTAN LOS DATOS, ESTADÍSTICAS Y HECHOS CURIOSOS; PERO LAS MUJERES PREFIEREN narrar su asociación emocional CON ESOS HECHOS. Toma esto en cuenta para mejorar tu mensaje y acercarte a la garantía de lograr tu objetivo.

 6. SONRÍE

Pero tampoco abuses de la sonrisa, no te mantengas mostrando los dientes todo el tiempo, pues te verás absolutamente falso.

7. MANTÉN LA SINTONÍA MENTAL ADECUADA

No pienses en lo que pueda ocurrir después de la charla, o si la charla va a salir bien, o qué imagen va a formarse ella de ti… sólo concéntrate en el momento y trata de que todo salga bien. Cualquier otra cosa que pase por tu mente sólo te distraerá de lo que ella te habla. Vivir y compartir en pareja puede llegar a ser muy difícil; con frecuencia, la causa principal de las asperezas y malos entendidos es que no escuchamos lo suficiente. Cuando tu pareja te hable, tómate esos segundos para dejar pasar lo que tienes en tu mente. Olvida esa notificación del celular que de seguro puede esperar unos minutos; deja a un lado el trabajo pendiente (que no se resolverá sólo pensando en él), y por unos breves instantes no pienses en lo que vas a responder; mejor aún, no pienses, y sólo trata de entender.

 8. ANALIZA TUS MOTIVACIONES PERSONALES

Antes de hablar, hazte tú mismo un examen personal para entender tus propias emociones y motivaciones. Puede parecer tedioso llevar un diario de tus emociones y sentimientos (lo que recomienda el especialista), pero peor aún es pasar meses, incluso años, sin poder hablar de lo que sientes con quien compartes tu vida.

9 . MUESTRA INTERÉS EN COMUNICARSE CUANDO NO ESTÁN JUNTOS

Cuando se enamoraron prácticamente pasaban todo el tiempo que no estaban juntos llamándose por teléfono y enviándose mensajes de texto. Ahora, ese contacto se ha perdido en gran medida, e incluso es evadido por uno o ambos. Procuren retomarlo.

10. HABLEN DE PLANES FUTUROS

Uno de los aspectos más relevantes de una relación es la manera como cada uno piensa en un futuro juntos, y hablan de ello a menudo. Ya sea planificar el próximo fin de semana o un plan maestro de vida, ambos disfrutaban el desarrollar un futuro juntos. Ahora, las conversaciones son en tiempo presente y el futuro son sólo las “cosas por hacer“ o “tareas pendientes“. Y recuerda MANTEN UN FUERTE CONTACTO VISUAL. A diferencia de la negociación ( en la que un contacto visual permanente puede interpretarse como una agresión), en la seducción es señal de ser dominante. Por otro lado, una mirada constante directa a los ojos es señal de total y absoluta atención.

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