Las personas que sobre explican, a menudo llamadas «mansplainers» en el contexto del género, suelen dar explicaciones innecesarias o condescendientes, como si la otra persona no entendiera algo básico.
Este comportamiento se puede manifestar en una variedad de situaciones, desde charlas casuales hasta discusiones más formales, y puede ser percibido como una forma de descalificar la inteligencia o experiencia de la otra persona.

La sobreexplicación suele ser una respuesta al miedo de ser malinterpretado o rechazado.
Piensan que al explicar en exceso evitan conflictos o la desaprobación; sin embargo, esto muestra una falta de confianza en sí mismo.
Lo importante y necesario es trabajar en la confianza en sí mismo, para que no se necesite explicar en exceso para justificar cada paso que se da o cada acción o palabra dicha.

