Esta es una historia salvaje 🙂 es la intro de una canción que muchos conocen. Y luego me cobran derechos de autor. Esta historia más bien es una historia de terror, llena de sarcasmo.

Inicia aquí la breve historia (cargada de sarcasmo al estilo «El Joker – la película)

Hay una empresa que vende motocicletas ubicada en La Uruca, San José – Costa Rica. Donde el trabajo de Recursos Humanos es increíblemente sorprendente. Ellos saben que es tan importante la comunicación (la buena comunicación) con el cliente que han contratado a la mejor. Sí, la mejor persona para el área de caja.

La caja, lugar donde el cliente llega a regalarles el sobrante del presupuesto del mes. Donde los montos que pagas por una motocicleta son tan pequeños que ni los notas. Sí, esos diminutos montos de dinero innecesario para el cliente que a veces ayuda un poco para pagar sus salarios, alquileres, publicidad, electricidad y algunas otras cosas poco importantes que apenas ayudan a que la empresa siga existiendo.

Bueno, contrataron a la mejor que podían contratar. Tiene la habilidad notable de la telepatía. Es increíble. Ella ni siquiera mira al cliente que se acerca a la ventanilla. No saluda. No da instrucciones al cliente. Nada. En lugar de ello, hace uso de su habilidad telepática y trasmite el pensamiento al cliente para sonreír, saludarlo y agradecerle que haya decidido dejar su dinero ahí y no en la competencia.

Pienso en ella como la «muda y mal encarada». Es una palabra que en una antigua aldea, escondida bajo 7.000 pies de profundidad en los mares del norte, se utiliza para llamar a las personas que han desarrollado la habilidad telepática muy ampliamente.

Afortunadamente, cuentan con excelente personal altamente calificado en servicio al cliente. En el departamento de trámites tienen un jefe que ha logrado conocer los más profundos misterios de la invisibilidad, al mejor estilo de Harry Potter. Hace tres días que cuando se le trata de localizar por teléfono, lo único que dicen es «no lo veo por aquí».

Y siguiendo con la excelente selección de colaboradores, hay una señorita que le llamaremos la señorita K que atiende el teléfono y dice «Aló» Ustedes dirán que así no se responde en una empresa profesional o que al menos quiera parecerlo, pero estoy seguro que lo hace para hacerme sentir como en casa, como si fuese una llamada de uno de sus cuates que llama un sábado en la tarde para ver Netflix. Eso se llama simpatía pura.

Ella, la señorita K es muy creativa. Y muy preocupada por atender rápido al cliente. Cuando le pregunté con quién hablo, rápidamente me respondió, en qué le puedo ayudar. Eso es servicio. Bravo K. Así se hace. Yo de necio le insistí, me dice su nombre? Ella me hizo ver su conocimiento tan pleno de las leyes y reglamentos de la empresa por que me respondió No tengo la obligación de decirle. Eso es estar en todos los detalles. Tiene respuesta para todo. Genial. Bueno, para todo no. Si se le escapó un detalle. Pero vamos, solo un pequeño casi insignificante. Cuando quise saber del estatus y avance de un trámite me respondió Tiene que esperar.

Gente linda, profesional y con un servicio que invita a recomendarlos y a visitarlos que trabajan en la agencia de motocicletas de esa famosa marca japonesa y que se ubican en La Uruca, sigan haciéndolo así. Yo no me siento contento pero la competencia está muy feliz por eso.